...Y el Pichi dijo Adiós.
Martin Calamante dijo hasta acá no más. ¿Y quién le va a discutir? si su paso como piloto, humilde por cierto, fue brillante. Usted y yo sabemos que el suyo es un apellido con peso y con historia en nuestro automovilismo. ¿Si le quedaron cosas pendientes? Es probable, pero todas las metas que se planteó las cumplió y los resultados, deportivos o no, están a la vista.
...Y el Pichi dijo adiós.
En declaraciones con Marcelo Urra en el portal PuntoNueve, Martín declaró que este 2020 era un año de grandes proyectos. Quizás de jerarquía nacional, quizás algo ambicioso a nivel zonal armando una estructura de primera con todos los elementos para volver a pleno en la Promocional. Pero usted sabe, la cuarentena y la temprana muerte de su papá Carlos tiraron al tacho todo lo planificado para este año. El 'Gordo' fue su gran sostén desde que se comenzó a armar el Citroën y ya continuar sin su presencia no era lo mismo. Así lo entendió el Pichi.
...Y el Pichi dijo adiós.
11 años estuvo activo, de manera continua o no, Martín Calamante en tres de las cuatro categorías del zonal del Atlántico, de las cuales logró subir al podio en dos de ellas. Brilló en la Promocional. Logró en 2013 un año brillante en el cual logró su primera victoria y el campeonato. "Ese campeonato lo trabajamos desde 2012 -dijo Carlos Calamante en alguna oportunidad- Mientras la mayoría estaba de vacaciones, nosotros en el taller de Daniel Díaz trabajamos de manera intensa para lograr un auto de punta." Y vaya si lo lograron, en un año complicado en lo anímico (Carlos estuvo internado en la Clínica EMHSA de Mar del Plata en el pico extremo de su enfermedad en un momento) el Pichi logró el campeonato de manera anticipada. Empardó a Marcelo Campos si, pero se dio el gusto de sumar otro título para la familia Calamante.
...Y el Pichi dijo adiós.
A Martín Calamante nadie le quita lo bailado. Corrió unas pocas fechas con el Chevrolet del BC Competición. Le costó adaptarse a su manejo, llevar ese seis cilindros como al Citro y en su breve paso logró un podio y la satisfacción de compartir pista con Mariano Andrés Calamante, su primo. El Pichi compensó su dosis de manejo con un gran trabajo abajo del auto, en eso Martín no se acobardaba: se arremangaba el buzo y lo ensuciaba, pero si ganaba o si andaba bien, él sabía por qué.
...Y el Pichi dijo adiós.
Le dice adiós a su paso por la Monomarca. A las pocas veces que manejó un auto que no era suyo, pero al que le supo adaptarse y conocer bien gracias a todo lo que aprendió gracias a sus años en la Promocional. Corrió con dos autos distintos, dos 128: uno blanco y otro celeste propiedad de Jorge Tieri que preparaba en General Madariaga y con el cual mucho sacrificio hizo para correr ya que para su atención lo trabajaban tanto en el taller de Daniel Díaz como en Madariaga y buscar el motor del taller de Tito Durante en Mar del Plata. Sí, Martin Calamante rendía bien incluso al no estar al 100% físicamente porque le restaba horas de descanso luego de su trabajo en Madariaga.
...Y el Pichi dijo adiós.
Es un adiós, pero... ¿quién le quita las alegrías y las satisfacciones que solo el pichi conoce internamente? Cerró una etapa brillante en la que logró todo lo que se propuso a nivel deportivo e incluso se hizo de un nombre independientemente del apellido que porta. Arrancó de abajo con un auto armado por Pichi Ramírez y le rindió homenaje con triunfos y un campeonato. Ganó amigos, maduró, compartió el auto de carreras con su papá y con Cocho en aquella única carrera de tres pilotos que se corrió en Balcarce 2010, en lo que fuera la última carrera del zonal hasta su regreso en el 2019 en el autódromo de La Barrosa. Ganó en su regreso a la Promo en el 2019 de local y fue ahí sí, su última carrera en la categoría. Festejó con todo el equipo y papá Carlos lo pudo ver ganar por última vez ¿Qué mejor no?
...Y el Pichi dijo adiós.
¿Adiós para nosotros que nos hubiera gustado verlo corriendo a nivel nacional, en cualquier tipo de auto y categoría eh? Porque Martin Calamante es uno de esa raza de pilotos que muy poco se ven: la que se entrega al 100% al auto de carreras y de los que no se encierran en el semirremolque. Es de los que trabajan a la par con los mecánicos una vez finalizada la jornada del sábado sin importar el resultado de la clasifica; si el domingo logra un buen o mal resultado, Martín rinde según el potencial en pista del auto, no lo sobre exige.
...Y el Pichi dijo adiós.
Pero un adiós que quizás sea un hasta luego. Porque quizás, iluso yo, lo veamos compitiendo como piloto invitado en alguna competencia de Dos Horas, sea en la promo o en cualquier otra categoría de nuestro zonal, incluso en karting o en lo que sea. El gen del piloto nunca dice adiós.
...Y el Pichi dijo adiós.
Una despedida muy sentida, que se palpa en las redes con los comentarios de apoyo y los ruegos para que desista de su postura. Dice adiós Martin Calamante, pero su cosecha personal en lo deportivo es muy intensa. Y sea exitosa o no, nosotros lo celebramos. Lo celebramos porque logró todo lo que se propuso, porque no se quedó con las ganas de nada y porque en su repisa personal la atiborró con trofeos y recuerdos que él solo valora.
...Y el Pichi dijo adiós. Adiós a ver ese Citroën rojo y blanco en el circuito que sea, que, aunque lo corra otro piloto no va a ser lo mismo. Martín Calmante dijo adiós, nosotros nos sentimos un poco huérfanos y lo empezamos a extrañar.
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